Hablar de Cusco es mirar a través de un velo. No basta con observar sus templos o caminar por sus calles coloniales, Cusco es mucho más que lo que la historia oficial nos ha permitido saber. Es una ciudad construida en capas como la memoria de un pueblo que se niega a desaparecer.
Desde tiempos inmemoriales, se le ha llamado el ombligo del mundo, el centro de una cosmovisión que no separa lo divino de lo humano, ni lo terrestre de lo cósmico. Pero ¿quién fundó realmente esta ciudad? ¿Qué civilizaciones vivieron aquí antes del surgimiento del Tawantinsuyo? ¿Por qué existen construcciones que desafían la lógica, la técnica y la cronología aceptada?
El Cusco que conocemos es apenas la superficie de una historia más antigua, más compleja y, sobre todo, más misteriosa. Este es un viaje por los túneles de la historia silenciada, por los templos megalíticos que los incas heredaron. Una exploración entre lo tangible y lo espiritual, donde la piedra aún conserva la memoria de una sabiduría que muchos han intentado enterrar, pero que sigue viva, esperando ser escuchada.

Prehistoria de la región de Cusco – 2 millones a 11 700 a.C.
Durante el tiempo del pleistoceno que abarcaba las últimas glaciaciones, el valle del Cusco era un lago exorbitante nombrado Morkill, A lo largo de miles de años, esta megafauna fue desapareciendo por la inconstancia climática y lucha por la supervivencia de especies.
En ese tiempo los Andes estaba poblado por mastodontes, gliptodontes, macrauquenias, Smilodon fatalis que es muy conocido como dientes de sable y caballos americanos que se extinguieron antes de la aparición del ser humano. Esto se puede apreciar en el Museo Histórico Regional de Cusco
Primeros pobladores – 5 000 a.C.
Estos primeros pobladores fueron grupos de nómadas que vivieron en cavernas para protegerse del frío, de las lluvias y de otros depredadores, eran cazadores y recolectores dedicados al pastoreo y aprovechamiento de auquénidos. Aquí se hace presencia del primer arte, la pintura rupestre, que dejo como testimonio de las actividades que realizaban, ellos plasmaron figuras con sus propias manos y tintes naturales obtenidos de plantas o restos animales, donde se podrá apreciar en los diferentes lugares como: Chawaytire (Calca), Virginniyoc (Espinar) o Qolqemarka (Chumbivilcas). La etnia más estudiada, gracias a los restos arqueológicos y a la tradición oral recogida por los cronistas, es la de los Ayarmaca.

Orígenes Pre – incas – 2 000 a.C.
El desarrollo y asentamiento de grupos étnicos en el territorio cusqueño es con las culturas de Marcavalle con su agricultura incipiente y formación de cerámica, intercambiando la economía de recolección por una agraria y también la aparición de la cultura Chanapata. Sobre estas bases surgieron culturas que abarcaron mayores territorios, las que se desarrollaron fueron: Wari, Lucre, Qotakalli que ocupó el valle del Cusco entre 200 y 600 d.C., de esta sociedad quedan pocos vestigios, también Killke que ocupo la región entre 900 y 1200 d.C.
Para conocer más sobre estas primeras culturas se puede apreciar en el Museo Inka.
Inicio del Imperio Incaico – 1 200 d.C.
Sobre la fundación de la ciudadela de Cusco se preserva por leyendas, estas tratan de explicar quienes lo fundaron; en la primera leyenda trata sobre personajes mitológicos de “Manco Capac y Mama Ocllo”, se dice que por mandato de su padre Sol, estos emergieron de las aguas del Lago Titicaca con una barreta de oro, el cual este se hundió en el cerro de Huanacaure dando asi el lugar para fundar la ciudad de Cusco. Otra leyenda data sobres los hermanos Ayar llamados: Ayar Manco, Ayar Cachi, Ayar Auca y Ayar Uchu, que salieron del cerro Tamputoqo con sus respectivas parejas, que después de unas peleas entre ellos, solamente uno salió victorioso y fue Ayar Manco quien fundo la ciudad. Como última leyenda cuenta que el dios andino Wiracocha dio origen a un universo sin luz, habitado por gigantes que lo desobedecieron, así que Wiracocha decidió sumergir la tierra mediante una torrencial lluvia después de eso Wiracocha creo seres semejantes a él los seres humanos y trajo con ellos la luz mediante el sol, la luna y las estrellas, para poder instruirlos mando a Viracochan, un hombre que sería ejemplo de una vida en armonía.
Gracias a las culturas pre incas, como la cultura Marcavalle que se encontraron evidencias de tumbas con láminas de oro en sus frentes, hace una contradicción a las leyendas, pero la verdad es que la fundación del imperio inca fue que lograron reforzar una de las organizaciones políticas y sociales más admirable de América pre colombina, se consolidó como un estado conquistador y fuerte teniendo al Cusco como capital y extendiendo la cultura por territorios de Perú, Ecuador, Bolivia y parte de Colombia, Chile y Argentina.
Desarrolló importantes conocimientos en arquitectura, cerámica, textilería, orfebrería y más, uno de los gobernantes más importante e influyente fue Pachaquteq el noveno inca, donde diseño la ciudad de Cusco en forma de puma, en donde Sacsayhuaman es la cabeza, el corazón era el centro ceremonial donde hoy en día es la Plaza de Armas; la actual calle Pumakurku era la columna vertebral del felino, por donde transitaban los pobladores de la ciudad y la cola del puma terminaba en el cruce de dos ríos Tullumayo y Saphi.
La unidad del imperio fue mediante Ayllus (organización social y territorial), edificando un orden político ascendente e integración de las cuatro regiones o suyos (Chinchaysuyo al noroeste, Antisuyo noreste, Contisuyo suroeste, y Collasuyo sudeste), así originando con la lengua quechua al imperio como Tawantinsuyo.
La Conquista – 1 533 d.C.
Con la llegada de los españoles al Cusco con su líder Francisco Pizarro se detiene al imperio Inca, la conquista no fue fácil, tuvo un tiempo largo. Este suceso fue justo cuando hubo una guerra civil entre los hermanos Huáscar y Atahualpa esto facilito la conquista para los españoles, obteniendo así la captura de Atahualpa, se dice que el noble y religioso Vicente Valverde de la Orden de los Dominicos se acercó al inca con una biblia y cruz con la idea de evangelizarlo antes de su ejecución, con su abrupta interrupción por parte de los españoles la capital ya no sería Cusco pues ahora se traspasaría a Lima.
Uno de los incas que lucho fue Manco Inca que duro desde 1536 a 1572, fecha que fue ejecutado su hijo y ultimo integrante de la dinastía inca Tupac Amaru I.
El Cusco aportó a la independencia del Perú, hechos trascendentales de movimientos como: la formidable rebelión de José Gabriel Condorcanqui, Tupac Amaru II, en 1779, contra los abusos de las autoridades españolas. Siguiendo así en 1814 y 1815 la rebelión encabezada por Mateo Pumacahua y otro de los hermanos Angulo, y otros más. Finalmente en 1821 proclama el general José de San Martin que Perú logra su independencia de España; así dividiendo el Perú en departamentos que se subdividieron en provincias y distritos.
Perú no se queda atrás en 1911 se descubre Machupicchu atrayendo a varios estudiadores científicos, en 1933 por Ley 7688, se da fuerza de ley a la Declaración del XV Congreso de Americanistas por la que a la ciudad del Cusco se reconoce como Capital Arqueológica de Sud América y, en 1978 la Reunión de Alcaldes de Milán declaró al Cusco como «Patrimonio Cultural del Mundo».
Evangelización:
El choque de culturas era muy fuerte, ya que el imperio Inca había sido conquistado impusieron así lo españoles su creencias, los franciscanos llegaron al Perú en 1542, los agustinos llegan al Perú 1551. Los mercedarios arribaron al Perú en el temprano año de 1534. Finalmente la orden de la compañía de Jesús o Jesuitas llegaron al Perú en 1568. Las órdenes religiosas, tuvo el propósito de catequizar, recurrieron a artistas para pintar y esculpir imágenes, como importante herramienta visual de evangelización.
El propósito final de los invasores fue predicar el evangelio a los indígenas, a quienes consideraban infieles, sometiéndolos incluso con fuerza y rigor

Actualidad – sigloXXI
Hoy la ciudad de Cusco e incluso todo el Perú están abierto al mundo, a simple vista, es una ciudad vibrante, llena de turistas, comercios y vida cotidiana; pero quien camina con el corazón abierto puede sentir que, bajo esa superficie moderna, aún palpita un mundo ancestral. Sus muros de piedra perfectamente ensamblados que han resistido terremotos, siguen guardando el misterio de técnicas olvidadas. Las iglesias coloniales, construidas sobre antiguos templos sagrados, intentan cubrir una memoria que se resiste al silencio. Cusco no solo es un destino; es un pueblo que susurra sus secretos a quienes saben escuchar. Una ciudad donde lo espiritual y lo histórico se entrelazan en cada esquina, invitando al viajero a mirar más allá de lo evidente y reencontrarse con lo eterno.
Es por ese si deseas saber más de esta ciudad sagrada, que esperas para realizar un recorrido por la agencia Nian Cusco Tours.